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Yoga y veganismo: ¿cómo se relacionan?

En los últimos años se ha visto a nivel mundial una gran necesidad de los seres humanos de volver a conectarse con la esencia, o por decirlo de otro modo, con su propio interior.

La vida moderna, con su ritmo vertiginoso, el estrés laboral, las relaciones superfluas, y la falta de contacto con la naturaleza, está llegando a límites peligrosos, poniendo en riesgo al planeta y la salud física y mental de las personas.

Es en este contexto, que mucha gente está buscando alternativas que van desde las medicinas ancestrales, la astrología o las ciencias orientales, hasta el tema que hoy nos convoca: el yoga.

Esta antigua filosofía que nace en la región que actualmente se conoce como India ha trascendido fronteras y llegado a cada rincón del mundo, usualmente, lo primero que surge es relacionarla con personas realizando posturas muy estéticas, y a veces, hasta muy complicadas sobre una alfombra o esterilla, pero el yoga, es mucho más que eso, incluso, parte de su filosofía se relaciona ampliamente con el respeto a los animales, a la naturaleza y a los otros humanos, por eso podríamos decir que el yoga y el veganismo tienen mucho en común, te cuento en este artículo cómo se relacionan.

1) Comencemos por el principio: ¿Que es el yoga?

2) Los Yoga Sutras de Patanjali

3) AHIMSA: El principio de la No – Violencia.

4) Ahimsa y veganismo ¿Cómo se relacionan?


1) Comencemos por el principio: ¿Qué es el yoga?

El yoga es una práctica espiritual, física y mental que tiene sus orígenes hace más de 5.000 años atrás, en la antigua región que actualmente se conoce como India. Su objetivo es lograr el equilibrio entre el cuerpo y la mente para alcanzar la iluminación y la trascendencia. Es una práctica que excede el plano físico, ya que se busca profundizar en el interior de la persona conectando su esencia, con el todo, con la energía creadora del universo.

La lengua original desde la que se traduce el yoga, es el sánscrito, por lo tanto, la palabra yoga, deriva de la raíz sánscrita “yug” que significa unión.

Diversos textos muy antiguos son la base de esta filosofía, siendo los Yoga Sutras uno de los principales, ya que allí se reúnen los diferentes principios éticos y morales que definen la vida de un yogui, o practicante de yoga.


2) Los Yoga Sutras de Patanjali

Patanjali, fue un sabio hindú que reunió todos los conocimientos ancestrales del yoga en una serie de aforismos escritos en sánscrito, para asentar toda esa información que antes se transmitía solo de maestro a discípulo.

Dentro del texto de los yoga sutras, Patanjali propone una serie de 8 pasos (yamas, niyamas, asanas, pranayamas, pratyahara, dharana, dhyana y samadhi) que son una progresión de acciones de purificación del cuerpo y la mente para alcanzar la iluminación. El primero de estos pasos se conoce como “Yamas” y describe todos los principios éticos del yoga y del comportamiento de la persona hacia el entorno y la sociedad en la que vive.


3) AHIMSA: El principio de la No – Violencia.

Antes hablábamos de los Yamas, el primero de los ocho pasos de Patanjali, dentro de los yamas se dividen 5 elementos (ahimsa, satya, asteya, brahmacharya y aparigraha) que van a moldear la ética y la moral en la vida de la persona, el primero de ellos es “AHIMSA”, y la traducción desde el sánscrito, es justamente “NO-VIOLENCIA”, un concepto que está íntimamente relacionado a la vida vegana.

Este primer yama, nos invita a mantener una vida regulada, consciente y ante todo no violenta, ni hacia nosotros mismos, como seres individuales, ni ante los demás seres vivos que comparten el planeta con nosotros, siendo conscientes de que somos una unidad, al lastimar a un ser vivo, agredir a la naturaleza o al entorno, nos estamos agrediendo a nosotros mismos también.

La práctica de ahimsa requiere disciplina, ya que la no-violencia, comienza profundamente desde el pensamiento, luego lo sigue la palabra y por lo tanto también las acciones. Pensar, hablar y actuar de forma compasiva y pacífica, es el primer paso para que una persona que practique yoga se encuentre bien orientada en su camino personal.

Gracias al yoga nos despertamos y dejamos de vivir en piloto automático, por lo que comenzamos a entender muchas cosas y a preguntarnos si lo que estamos eligiendo o haciendo con nuestras decisiones está bien o no.


4) Ahimsa y veganismo: ¿cómo se relacionan?

La no – violencia está presente en los fundamentos del veganismo, por lo tanto ahimsa, tiene una profunda conexión con este estilo de vida que busca erradicar el sufrimiento animal para el provecho de los seres humanos.

Siguiendo el principio de ahimsa, la dieta yóguica, se mantiene libre del sufrimiento animal. En occidente, donde el trato a los animales es muy cruel, una persona que decida mantener una práctica de yoga consciente no utiliza los animales ni como comida, ni para su entretenimiento, o su vestimenta.

Si bien los textos védicos no hablan de veganismo (en aquel momento esa palabra no existía) si hace referencia a elegir hábitos de vida que eviten el daño a otros seres.

Ahimsa, nos invita a ver a los animales como compañeros de existencia, no como esclavos cuyas vidas fueron creadas para nuestro beneficio propio. Al practicar ahimsa decidimos vivir sin generar dolor.

Para muchos sabios no se puede buscar un crecimiento espiritual real, si en el camino seguimos consumiendo animales y viviendo a costa del sufrimiento de ellos y de la tierra, por eso el yoga, nos ayuda a ser menos consumistas, a escuchar nuestras necesidades reales y acabar con el sufrimiento.

La práctica de yoga, nos conduce a un sendero de compasión y amor, donde se valora la vida en todas sus formas como algo sagrado.

Esta frase resume muy bien el concepto del yoga:

Esta filosofía ancestral, está presente en nuestro día a día mediante lo que hacemos con nuestro cuerpo, con nuestros pensamientos, acciones y conductas hacia los demás. Al elegir un estilo de vida vegano, estamos cumpliendo en gran parte con estos primeros preceptos morales que se proponen para lograr un crecimiento espiritual y un desarrollo personal profundo.

Hay muchos aspectos en común entre esta práctica y la vida vegana: la compasión, la empatía, el amor hacia toda forma de vida y el respeto ante ella, la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, y la búsqueda de un bien común para el planeta y la humanidad.


¿Conocías todo esto sobre el yoga y su relación con el veganismo?

¡Te leemos!

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