Quienes somos veganas hacemos ese “click” de distintas maneras. Puede pasar después de ver un documental, o de hablar con alguien acerca de su experiencia con el veganismo, o al querer llevar una alimentación más consciente.
El veganismo promueve vivir una vida lo más conectada posible con los animales. Tener experiencias directas con ellos ayuda a ese click del que hablamos antes.
En este artículo te contamos a qué se dedican los santuarios de animales y cómo la interacción en estos espacios puede darte una nueva visión sobre nuestra relación con otros seres vivos.
Los santuarios: honrar toda vida.
Los santuarios son lugares donde animales rescatados del maltrato, la explotación y el abandono pueden vivir una vida tranquila hasta que mueran naturalmente.
Normalmente cobijan animales de granja, rescatados de circos o zoológicos, aunque por supuesto pueden rescatar perros y gatos.
Gracias a la labor de estos santuarios, miles de animales han podido escapar del horror del encierro o de una muerte segura.
Cuál es su labor?
Su función principal no es darlos en adopción, sino brindarles una vida sin riesgos. Por eso muchas veces no se revela donde están localizados para evitar robos o agresiones a los animales.
En muchos casos, también se encargan de esterilizarlos, ya que no pretenden continuar con un futuro de vidas en cautiverio. Aunque los santuarios son espacios que les brindan libertad, no deja de ser una libertad dentro de límites. Muchísimo más amplios que los zoológicos, definitivamente, pero no son la libertad en sí misma porque siguen dependiendo de los humanos para sobrevivir.
Cómo se sustentan?
Estos espacios funcionan en su mayoría gracias al aporte de socios, colaboradores, voluntarios y donaciones de privados. Difícilmente reciben ayuda de gobiernos u organismos estatales.
En general, especialmente si se trata de santuarios de animales salvajes como felinos, elefantes u otros, cuentan con profesionales como veterinarios o especialistas en comportamiento para su recuperación emocional luego de vidas en cautiverio en zoológicos o circos.
Se los puede visitar?
Los santuarios no son ámbitos para entretenimiento del público, no funcionan con la lógica del zoológico. Los animales no viven en jaulas, excepto que supongan cierto peligro para los humanos u otros animales, sino en espacios preparados que reproducen las condiciones más cercanas a sus vidas en la naturaleza.
No se trata de la libertad completa, pero es lo más cercano que encontrarán a vivir en paz, sin que el ser humano disponga de ellos como recurso.
Existen jornadas especiales donde abren sus puertas para brindar la oportunidad de conocer su trabajo y que las personas conecten más directamente con los rescatados. Algunos no permiten visitas excepto que se trate de voluntarios comprometidos.
Es entendible que desde muchas organizaciones se priorice el hecho de que los animales vivan con calma, sin tanto contacto con los humanos más que el necesario.
En caso de que se puedan hacer visitas, los santuarios de animales son espacios que nos permiten conectar con ellos. Tratar con cerdos, vacas, gallinas es una experiencia única que nos permite revisar el discurso que los considera como “comida”.
Visitar un santuario e interactuar con animales rescatados del maltrato es verlos en una realidad tantas veces ignorada: disfrutan de pasear, alimentarse, se acuestan al sol en invierno y a la sombra de un árbol en verano porque sienten y quieren vivir.
Si querés saber más sobre sintiencia animal, te recomendamos este artículo.
Santuarios en Argentina:
En la provincia de Buenos Aires hay santuarios como Santuario Salvajes, El Paraíso de los Animales y Santuario Jaulas Vacías. En Córdoba existe el Santuario Equidad, mayormente de caballos rescatados de la tracción a sangre pero también hay muchas otras especies, y el Centro argentino de rescate, rehabilitación y conservación de primates, más conocido como Proyecto Carayá.
Todos buscan voluntarios y necesitan aportes.
Podés averiguar en sus páginas si realizan jornadas de visitas y prepararte para vivir una experiencia que probablemente cambie tu vida e influya en cómo ves a los animales.
Algunos senti-pensares:
Los animales llamados “de granja” siempre se nos presentan distantes, en dibujos en libros para colorear donde aparecen con sonrisas y viviendo en un lugar idílico pero muy lejano de la realidad. Los carteles de las carnicerías tienen dibujos de pollos y vacas sonriendo y nos cuesta distinguir el horror detrás de eso.
Es entendible que tengamos una relación más cercana con animales como perros y gatos, porque difícilmente interactuamos con vacas y cerdos de la misma manera. Siempre han sido vistos como recursos para nuestra alimentación.
Si querés vivir esta experiencia, podés averiguar si hay santuarios en tu zona y averiguar cuando son estas jornadas. Quizás hasta puedas convertirte en voluntaria para un acercamiento más profundo.
También puede pasar que, si bien sentís la conexión con los animales, no estés preparada emocionalmente para visitar estos lugares. No es fácil olvidar de dónde vienen y muchas veces verlos nos recuerda el dolor que sufrieron en algún momento.
Si ese es el caso, recordá que existe la posibilidad de ayudar económicamente porque dependen de personas particulares para sobrevivir. Con el tiempo, es probable que sientas que estás preparada para una visita. No te presiones, tomalo con calma.
Conectá con los animales… visitá y ayudá a santuarios y vas a sentir que aportás al cambio.
Nos debemos a nosotras mismas esa conexión maravillosa con lo que nos rodea. No necesitamos utilizar a los animales para vivir y visitar santuarios e interactuar directamente con ellos puede ayudarte a dar el siguiente paso en tu camino.
Y vos, ¿conocés otros santuarios?
¿Visitaste o colaborás con alguno?
¡Nos encantaría conocer tu experiencia!
Autora: Laura Laugué ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise