Cuando nos levantamos a la mañana, una de las primeras cosas que hacemos es lavarnos la cara y cepillarnos los dientes. También podemos tomar una ducha, lavarnos el pelo, ponernos una crema facial y, especialmente en verano, aplicar protector solar sobre nuestra piel.
Cuando volvemos a casa después de trabajar, podemos descansar o aprovechar para lavar los platos de la noche anterior, o limpiar el piso con esos productos que dejan un aroma tan agradable.
Es muy probable que en estas simples acciones cotidianas estemos utilizando productos testeados en animales sin saberlo.
Afortunadamente, cada vez somos más conscientes del proceso que existe detrás de los productos que compramos, por lo que conocer y comprender los pasos de fabricación de lo que consumimos es una inquietud cada vez más extendida, además de un derecho.
Hoy en día contamos con mucha información para investigar y elegir productos de belleza, cosmética y del hogar más allá de los beneficios que busquemos, su presentación o su envase.
En este artículo, te contamos sobre el sello de calidad que busca proteger los derechos de los animales alrededor del mundo.
¿Qué significa cruelty-free?
Cruelty-free significa “libre de crueldad” en inglés y es un término que se encuentra en los sellos que aprueban que los ingredientes y el producto final no hayan sido testeados en animales.
Básicamente, se considera experimentación a cualquier prueba en la que un animal es forzado a hacer algo que le cause sufrimiento, dolor o daño en el corto o largo plazo. Esta situación es considerada maltrato teniendo en cuenta que los animales sienten, tienen deseos, voluntad e intereses, al igual que los seres humanos.
En este artículo te contamos más sobre sintiencia animal.
Las organizaciones internacionales que certifican productos cruelty-free más conocidas son Cruelty Free International, PETA y Choose cruelty-free.
Y si bien no hay protocolos universales y cada una de estas asociaciones tiene sus propios requisitos, lo importante es que evalúan de forma continua y exhaustiva todos los pasos de la cadena de producción de una empresa para detectar cualquier caso de experimentación en animales.
Cada año, la certificación debe ser renovada luego de auditorías rigurosas e independientes a las marcas. En este sentido, los controles alcanzan a los proveedores, cadena de suministros y fabricantes de los ingredientes que las empresas utilizan.
Desde hace más de 100 años (Cruelty-free International fue fundada en 1898, aunque con otro nombre), distintas instituciones han expuesto al público la vida de los animales en laboratorios. Así, promueven una ciencia sin crueldad y proponen alternativas compasivas a la experimentación en animales. Afortunadamente, se están desarrollando métodos alternativos pero aún falta mucho por hacer.
Millones de animales viven hoy en laboratorios y son sometidos a niveles de crueldad que no permitiríamos en seres humanos. Entonces, ¿por qué continúan los testeos en animales?
Hay una realidad: muchos científicos no confían en estos métodos aunque han demostrado ser confiables y hasta más baratos y de fácil aplicación técnica. Además, las trabas burocráticas pueden hacer lenta su aplicación.
Los cambios no son fáciles y llevan tiempo, y por eso hay un largo camino por recorrer.
Certificaciones libres de crueldad.
Las certificaciones que aseguran que un producto es libre de crueldad son, de izquierda a derecha:
1) “Leaping Bunny” (o “conejo saltarín”) de Cruelty Free International.
2) “Cruelty-free” de PETA.
3) “Not tested on animals” de Choose cruelty-free.
Cualquier producto que lleve sus sellos es libre de crueldad.
En sus páginas web vas a encontrar los listados de las marcas que tienen su certificación.
Y aquí vale una aclaración: puede que un producto sea cruelty-free pero contenga ingredientes de origen animal. Esto plantea una paradoja ya que para extraer estos ingredientes también se somete a los animales a distintos niveles de crueldad.
Liberar a los animales de tus hábitos.
Tomar consciencia de la conexión que tenemos con los animales y lo crueles que somos los seres humanos con ellos, nos lleva inevitablemente a plantearnos nuestras acciones en todos los niveles de nuestra vida.
Por eso te proponemos aprender, investigar, cuestionar los valores que se presentan como verdaderos, pero que muestran una manera particular de concebir a los animales como recurso y posibles de ser explotados.
Te invitamos a identificar los sellos Cruelty-free que te mencionamos en los productos que tenes en tu casa, y a reemplazarlos poco a poco por productos que hayan sido certificados como libres de crueldad.
Si llegaste hasta acá, significa que estás replanteándote ciertas maneras de vivir en este planeta y estamos para acompañarte.
Autora: Laura Laugé ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise
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