Autora: Laura Laugé ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise
Decir que los seres humanos tenemos sentimientos nos parece una verdad evidente. Hoy en día, negar que los animales sienten también parece imposible. Preguntarnos qué es la sintiencia animal es un ejercicio fundamental para entender qué defiende el veganismo.
En este artículo, tomaremos tres ejes para abordar el tema:
1. ¿Qué es un ser sintiente?
2. Sintiencia y conciencia.
3. Ética animal y derechos de los animales.
Vivimos en un mundo que cambia constantemente y por eso no consideramos estos conceptos como fijos o inamovibles, sino por el contrario: siempre están abiertos a ser ampliados y reformulados.
Históricamente se creía que los animales eran objetos sin capacidad de emoción, y se ha demostrado que no es así. Por eso es importante estar atentas a nuevas visiones que amplíen la mirada de lo planteado hasta ahora.
¡Ahora sí, empecemos!
1. ¿Qué es un ser sintiente?
Definición: la sintiencia es la capacidad de sentir, de percibir cosas y ser afectado de manera positiva o negativa por situaciones externas.
Durante siglos, se creía que los animales sólo reaccionaban a estímulos externos de manera mecánica, como una máquina. En las últimas décadas, la ciencia ha ido demostrando que los animales, como los seres humanos, experimentan su vida de manera subjetiva, pudiendo sentir dolor, placer, alegría, tristeza, hambre y otras emociones.
Tanto humanos como animales podemos padecer sufrimiento físico y psicológico en situaciones de aislamiento, encierro, maltrato, hambre y cuando sentimos que nuestra vida está siendo amenazada. Estas conclusiones están basadas en estudios e investigaciones de la neurociencia, la psicología y la biología.
Cómo decía el filósofo Jeremy Bentham (1748-1832):
«Lo importante no es ver si los animales tienen capacidad de razonamiento o de hablar, sino de sufrir. Entonces, saber que sienten ya es suficiente para minimizar su padecimiento y promover su bienestar».
2. Sintiencia y conciencia.
Entonces, si ser sintiente significa vivenciar situaciones en conexión con un cierto número de sentimientos, podemos decir que los animales son conscientes de aquello que les sucede. Los animales se dan cuenta de las situaciones que viven, sean buenas o malas.
Sintiencia y conciencia son conceptos distintos pero estrechamente relacionados. Decir que los animales son seres sintientes y conscientes significa que estos rasgos no son únicamente humanos, como se pensó durante mucho tiempo. Así, se abre la puerta del reconocimiento de los animales como nuestros pares en lugar de seres inferiores que están a nuestra disposición como recurso.
Compartimos con otros seres la capacidad de sentir y ser conscientes y por eso los intereses de los animales deberían tener igual consideración que los de los seres humanos.
El 7 de julio de 2012, un grupo reconocido de neurocientíficos se reunió en la Universidad de Cambridge para firmar la conocida como Declaración de Cambridge sobre la Conciencia. Uno de los puntos más importantes fue reconocer que “… el peso de la evidencia indica que los humanos no somos los únicos en poseer la base neurológica que da lugar a la consciencia. Los animales no humanos, incluyendo a todos los mamíferos y aves, y otras muchas criaturas, entre las que se encuentran los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos”. Si tenes ganas de leer más sobre los contenidos de esta declaración, podes leer este artículo.
Aun así, a pesar de incontables estudios, las concepciones de los animales como seres sin alma siguen teniendo fuerza, como lo demuestra la continuidad de las industrias alimenticias, de vestimenta y experimentación científica, entre otras, que los utilizan como objetos disponibles para su explotación.
En este video podés encontrar más info específica sobre qué y cómo sienten los animales.
3. Ética animal y derechos de los animales.
El movimiento por los derechos de los animales los defiende como seres sintientes. La sintiencia es un criterio para merecer valoración moral y, por consiguiente, derechos.
La Declaración de Toulon del año 2019, proclamada en Francia, es un paso importante hacia la consideración de los animales como sujetos de derecho. Esto significa que los animales deberían ser vistos como personas físicas no humanas.
El derecho, según los firmantes, no puede desconocer la evidencia científica y por eso la situación jurídica de los animales solo cambiará si se los reconoce como sujetos reconocidos legalmente.
Si los humanos somos seres sintientes que contamos con derechos básicos, y los animales también son seres sintientes pero sin reconocimiento jurídico, entonces el sistema es incoherente y contradictorio.
Nos parece interesante una concepción que el filósofo Peter Singer plantea en su libro Liberación Animal. El dice que el principio de igualdad es un “principio de igual consideración de intereses”. Esto no implica una igualdad de hecho.
Claramente, humanos, peces, elefantes, perros y serpientes no somos iguales. Ni biológica ni intelectual ni psicológicamente. Ni siquiera las mujeres y los hombres somos exactamente iguales biológicamente, por ejemplo. Entonces… humanos y animales podemos tener derechos distintos, porque somos distintos. Por ejemplo, no tiene sentido que las vacas tengan derecho a votar o los caballos a manejar un auto. El principio de igualdad nos ubica a un mismo nivel, aunque seamos diferentes.
La igualdad depende de que los intereses de todos, humanos y animales, sean tenidos en cuenta y considerados de manera semejante.
Y aquí también debemos deconstruir la idea de que si se reconoce a los animales como poseedores de derechos, se los está “humanizando”. Identificar que los animales poseen rasgos comunes con los seres humanos, como la sintiencia y la capacidad de conciencia, no significa “humanizarlos”. Al contrario, significa ver que esos rasgos no son monopolio exclusivo de los humanos. Compartimos capacidades básicas de sentir y ser conscientes con otras especies.
Incluso con los avances vistos en las últimas décadas, la experiencia subjetiva de los animales está muy lejos de ser comprendida por los humanos en un 100%. ¿Realmente podremos saber cómo viven sus vidas las hormigas? ¿Y los cóndores? Incluso nos es difícil ponernos en lugar de otros humanos para comprender por qué reaccionan de cierta manera en determinadas situaciones.
Es por eso que la empatía es la mejor herramienta para convivir e intentar comprender a los animales. Cuando la practicamos, podemos percibir sus emociones y sentimientos desde su punto de vista, aunque desconozcamos cómo y qué es ser animal.
Para cerrar este artículo (pero no la discusión sobre la sintiencia animal) escuchamos a la siempre maravillosa Jane Goodall hablando de cómo los animales son seres sintientes en este video.
Los animales sienten como nosotros aunque seamos distintos.
La sintiencia animal es uno de los conceptos que primero aprendemos cuando nos acercamos al veganismo.
Aquí te compartimos un glosario consciente.
Contános en comentarios qué opinás sobre este tema…
Qué te resulta mas interesante de lo que te compartimos?
¡Nos encantaría leerte!
Autora: Laura Laugé ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise