Autora: Juli Martino ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise
¿Sabías que las prácticas especistas de nuestra sociedad están exclusivamente relacionadas con costumbres, tradiciones y decisiones que tomamos sin conocer en profundidad el maltrato animal que se esconde detrás?
Las personas somos animales humanos que naturalmente sentimos empatía por los demás seres. En nuestra infancia, los animales eran nuestros amigos, nos hacían reír, nos daban ternura y nos hubiésemos puesto muy tristes si hubiésemos sabido cómo se los violentaba. ¿Qué pasó en el medio? ¿De dónde vienen las prácticas especistas que tan naturalizadas están en nuestra sociedad?
En este artículo vas a poder conocer un poco más sobre el especismo: cuál es su origen, quién empleó el concepto por primera vez y qué significa para nuestra sociedad en el presente.
Aquí, queremos hacerte una amorosa invitación a reflexionar un poco sobre las prácticas humanas de marginación y violencia, haciendo foco en la discriminación y explotación animal ¿cómo llegamos a adoptar este punto de vista tan cruel?
1) Orígen del término
2) ¿Qué es el especismo?
3) ¿Por qué nuestra sociedad es especista?
4) El veganismo: la opción sin crueldad
1) El orígen del término
El término «especismo» (speciesism) fue utilizado por primera vez en el año 1970 en un texto publicado por el psicólogo inglés Richard D. Ryder, titulado Experiments on Animals.
Allí, el autor no define el concepto o sus implicaciones éticas, sino que plantea la problemática del maltrato animal en relación a las experimentaciones que, en esa época, se realizaban en los cuerpos de algunos animales, con fines científicos (algunas aún se siguen llevando a cabo).
Ryder hace mucho hincapié en el injusto sufrimiento que padecen los animales sometidos a dichas prácticas.
A su vez, el psicólogo fue coetáneo al filósofo Peter Singer, quien ha desarrollado una filosofía paralela conocida como “painism” (dolorismo), que cuestiona las prácticas de violencia hacia animales que tienen la capacidad de sentir dolor. Singer fue uno de los primeros en utilizar el término “Animal Liberation” (liberación animal). De hecho, ese es el nombre que lleva uno de sus libros más conocidos.
2) ¿Qué es el especismo?
Desde 1986, el especismo está definido por el Diccionario de Oxford como “La asunción de superioridad humana que lleva a la explotación animal”. Por su parte, la RAE añadió finalmente el término en la vigesimotercera edición de su diccionario de esta manera: “Discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores”
La forma de especismo más común es el antropocentrismo, la creencia de que sólo los seres humanos poseemos valor moral, o que nuestros intereses, deseos y placeres están por encima de los de aquellos individuos que no son humanos.
El especismo rechaza, por tanto, el valor inherente de los seres que pertenecen a otras especies animales y solamente se les otorga un simple valor de objeto.
Aunque este es un fenómeno unitario, su origen y justificaciones pueden partir desde distintos puntos de vista que han predominado en distintos momentos y culturas de nuestra historia.
En este artículo podrán ahondar mucho más sobre los diferentes puntos de vista especistas que han ido apareciendo y su relación con contexto histórico o cultural.
3) ¿Por qué nuestra sociedad es especista?
Resulta muy difícil establecer los orígenes biológicos y culturales que han propiciado el surgimiento de prejuicios morales. No obstante, algo está claro: los prejuicios se transmiten de generación en generación por inculcación de adultos a niños.
Todo niño o niña de una edad cercana a los cinco años aplica el principio protomoral de “no les hagas a otros aquello que no quisieras que te hagan a vos” hacia todos los animales.
De hecho, a esa edad no resulta extraño que los propios padres eviten que sus hijos les hagan daño a otros animales. Sin embargo, al mismo tiempo, les inculcan en casa prácticas especistas, incitando a la creencia de la superioridad de nuestra especie por sobre las demás.
Pareciera ser que desde pequeños nos transmiten la falsa idea de que existe un vínculo feliz entre humanos y animales. Algo muy diferente a lo que sucede en la realidad.
Los medios de propagación de esta falacia son demasiados. Algunos ejemplos son: canciones infantiles en las cuales se canta sobre cómo los animales felizmente trabajan para nosotros; envases de alimentos dirigidos a infancias con rostros de animales felices y sonrientes; programas de televisión que muestran la alegre vida que tienen los animales en las granjas, entre otros medios de este estilo, que provocan una gran brecha entre la concepción que tenemos de los animales y el uso que hacemos de ellos y la realidad.
De esta forma, acontece una inculcación social por la cual los adultos les transmiten a los más pequeños que nosotros somos superiores a los demás animales y que, por lo tanto, podemos disponer de ellos a nuestro antojo.
Así, una vez que superamos la infancia y llegamos a la edad adulta, asumimos nuestro aparente estatus de supremacía.
4) Alternativas sin crueldad
Consumir productos de origen animal; utilizar ropa confeccionada por pieles, cuero o plumas; utilizar productos de higiene o belleza testeados en animales o asistir a eventos festivos en donde se obliga a animales a estar fuera de sus hábitats, son prácticas especistas que nuestra sociedad ha naturalizado, invisibilizando las prácticas crueles que existen detrás.
Otro gran ejemplo que suele pasar desapercibido es el vínculo diferenciado que entablamos con las mascotas y con el resto de los animales. ¿Qué diferencia existe entre un perro o un gato y una vaca o un cerdo? ¿Por qué uno tiene derecho a ser amado y cuidado y el otro no?
Hoy en día, el estilo de vida vegano es el único que considera eliminar la explotación animal de nuestros hábitos.
Si sentís que querés dejar de ser parte del especismo, podés empezar progresivamente a cambiar tus hábitos y reconectar con esa parte de tu ser que siente compasión y empatía hacia ellos.
Para acompañarte, te compartimos este artículo en el cual te invitamos a dar tus primeros cinco pasos para acercarte al veganismo.
Si nos estás leyendo es porque hay algo en vos que ya se movió. Una pequeña semilla que quiere crecer y solo pide ser regada con amor y compasión. ¡Gracias!
Autora: Juli Martino ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise