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Entrenamiento acrobático y veganismo: te cuento mi experiencia personal.

Autora: Juli Martino ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise

¡Hola! Soy Juli, acróbata, bailarina y estudiante del Profesorado de Natha Yoga. El movimiento es parte de mi vida desde el día en que nací.

En este artículo, quiero contarte con mucho amor cómo cambió mi vínculo con mi cuerpo y el movimiento desde que tomé la decisión de ser vegana.

¿Alguna vez te dijeron o escuchaste por ahí que las personas veganas no podían hacer deportes de alta intensidad? ¿Alguna vez escuchaste que si seguís una alimentación basada en plantas y, además, sos deportista y entrenás diariamente, para sobrevivir tenés que suplementarte porque sino vas a tener déficits de proteínas, hierro, calcio, entre otros nutrientes?

Yo lo escuché muchas veces. Por eso, en este artículo te voy a contar cómo fue mi experiencia como vegana y acróbata en formación de alta intensidad.

Te propongo mirar retrospectivamente mi historia conmigo, para que juntas nos demos cuenta de que los únicos impedimentos que existen para ser vegana y realizar un entrenamiento intenso son el prejuicio y la desinformación.

Las situaciones que voy a contarte a continuación forman parte de mi experiencia personal, cada persona puede vivir de diferentes maneras y perspectivas la relación con su cuerpo, el deporte y la alimentación.

Mi intención es que a través de mi relato sepas que es totalmente posible llevar una alimentación vegana y realizar actividades de alta intensidad, siempre y cuando consultemos a un especialista idóneo en el tema (como lo hace cualquier deportista, sea o no vegano).

Ahora sí, dicho esto, en este artículo vamos a charlar sobre los siguientes puntos…

1) Actividad física y veganismo

2) Mi experiencia como acróbata vegana

3) Reflexiones para compartir


1) Actividad física y veganismo.

Es muy común sentir muchísimas dudas al momento de adoptar un estilo de vida vegano, a todas nos invadió alguna vez la sensación de incertidumbre, el desconcierto, el desconocimiento: ¿Qué voy a comer ahora? ¿Cómo voy a obtener los nutrientes que necesito? ¿Cómo le voy a decir a mis amigas y a mi familia?

Esa situación de incertidumbre es totalmente normal porque la información sobre otras fuentes de macronutrientes y tipos de alimentos no está difundida como quisiéramos.

Ahora, imagínate que para aquellas personas que realizan entrenamientos de forma profesional o amateur surge una inquietud muy poderosa que, a veces, suele ser la limitante para adoptar una alimentación basada en plantas: ¿Cómo voy a sostener mi rendimiento? ¿Y si pierdo masa muscular? ¿Si me lesiono por déficit nutricional?

Por suerte, hoy en día hay mucha información (un poco desparramada) pero la realidad es que hay muchísima y, algo muy hermoso que está sucediendo, es que cada vez hay más profesionales de la salud que se actualizan y se forman en alimentación basada en plantas, reconociendo que, por muchos factores es no solo apta para todo el ciclo vital, sino altamente compatible con personas que practican deportes de alta intensidad. Acá te dejo un link que te lleva a un video en el cuál un médico habla sobre nutrición deportiva en personas veganas.

Actualmente, por suerte, la nutrición deportiva se dispuso a profundizar los estudios en relación al veganismo. Sin embargo, hace muchísimo tiempo que algunos deportistas eligen seguir una alimentación basada en plantas.

Acá te dejo un link para que puedas conocer la cantidad de deportistas de élite (reconocidos mundialmente) que llevan una alimentación basada en plantas. Algunos de ellos por amor a los animales, pero la mayoría, por la mejora que eso produjo en su rendimiento y en su vida diaria.


2) Mi experiencia como acróbata vegana

A mis 15 años, tomé mi primera clase de acrobacia en telas. La clase la dió una profesora que vivía en Rosario, una ciudad cercana a mi pueblo.

Yo quedé deslumbrada con su fuerza, su flexibilidad y sobre todo con su forma tan amorosa y creativa de enseñarnos esta disciplina. Cuidadosamente nos invitaba a trazar un vínculo de respeto y amor con nuestros cuerpos en el entrenamiento de fuerza y flexibilidad.

Estoy segura de que de ella aprendí mucho más que trucos y figuras en la tela. Porque cada vez que llegaba con su ropa colorida y sacaba de su mochila un frasco reutilizado de frutos secos: maní, pasas, a veces nueces y una fruta – generalmente una banana-, abría un mundo nuevo para mí, para esa niña de quince años que nunca había visto a alguien volar tan alto al comer maní y pasas de uva.

Desde esa primera clase, mi admiración y mis deseos de ser como ella fueron creciendo desmedidamente. Le pregunté dónde estudiaba y me contó que estaba terminando la carrera de Intérprete en las artes del circo en la Escuela Municipal de Arte Urbanas de la ciudad de Rosario. Nos hicimos muy amigas y me invitó muchas veces a presentaciones que se hacían en su escuela.

Asistí a muchas de esas presentaciones y de a poco fui ingresando a ese mundo, en todos sentidos. Empecé a entrenar muy duro y, también, a prestar mucha atención a los alimentos que consumía, ya que empecé a darme cuenta de la fuerte relación que existía entre mi alimentación y mi rendimiento físico.

Un año después, cuando fui a estudiar a la ciudad, conocí a mucha gente vegetariana y vegana, quienes me contaron sus experiencias y me convidaron sus comidas.

Y así, finalmente, en noviembre de 2018 tomé la decisión de ser vegana. No sabía muy bien qué iba hacer, de hecho fui vegetariana durante una semana y luego abracé al veganismo como algo que necesitaba hacía mucho tiempo.

Ya siendo vegana me inscribí en la EMAU (Escuela de Artes Urbanas de Rosario) para estudiar y entrenar para ser una acróbata, una artista circense.

Para ingresar a la escuela hay que realizar un propedéutico que, en mi año, era eliminatorio. Consta de una semana de entrenamiento y formación muy exigente, con cuatro horas diarias de entrenamiento intenso. ¿Qué voy a hacer? pensé yo, ¿Qué debo comer? ¿Cómo hacer que mi rendimiento sea eficiente?

Yo estaba lejos de estar entrenando todos los días en esa época. Apenas había sobrevivido a mi primer año de facultad. Así que sin más, buscando muchísimo, encontré una nutricionista que se especializaba en alimentación basada en plantas (actualmente es la directora del Posgrado de Nutrición Vegana y Vegetariana en la UNR.)

Cuando asistí a mi primera consulta, recuerdo que, retocando alguna que otra palabra, le dije básicamente que quería ser una acróbata profesional y ser vegana al mismo tiempo, pero que tenía miedo de morirme en el intento.

Ella, con todo el amor y profesionalismo del mundo, me explicó durante un largo rato que:

Excepto la vitamina B12, que debe ser suplementada porque no se haya en cantidades suficientes en ningún alimento. (los animales son suplementados con B12, por ello está en sus cuerpos, las personas veganas nos suplementamos directamente)

Así fue como aprendí a comer vegano y a ser vegana, con todo lo que eso implica. De la mano de mi nutricionista que me orientó siempre con mucho amor, escuchando mis dudas, mis solicitudes y mis preferencias alimentarias.

Mientras tanto, yo entrenaba todos los días cuatro horas a la mañana, daba muchas clases de danza y cursaba toda la tarde en la facu. Nunca había mantenido mi cuerpo tan ocupado y al mismo tiempo me había sentido tan bien físicamente.

Al momento de realizar tan desgastantes actividades,


3) Reflexiones para compartir

Hoy en día agradezco haber tomado la decisión de hacerme vegana. Estoy segura de que fue la decisión más importante que tomé en mi vida. Haber atravesado ese momento de transición al mismo tiempo que vivía mi mayor desafío a nivel corporal fue una experiencia muy movilizante.

Aprendí cuán beneficiosa puede ser la nutrición vegana para el deporte (bien planificada y regulada por un profesional idóneo). Me enamoré de los sabores del reino vegetal, de la infinidad de platos que podemos preparar y del inconmensurable bienestar que me proporcionaron.

Espero que haber recorrido retrospectivamente este camino junto a mí te motive a arrancar ese deporte que tanto te gusta y que no hacés por dudas en tu alimentación; o en caso contrario, te animes a consultar con una nutri si sos deportista y te frena la incertidumbre en la alimentación.

Recordá que todo lo que te conté fue una experiencia personal que no debe servir como ejemplo, simplemente es un caso más, del cual podés tomar lo que te sirva y te haga bien y soltar el resto.

Gracias por leerme. ¡Ahora me gustaría leerte a vos! Contame en los comentarios


¿Haces algún deporte?
¿Llevas una alimentación basada en plantas?
¿Alguna vez te dijeron que esas dos cosas no eran compatibles?
¿Qué pensás vos al respecto?

Autora: Juli Martino ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise

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