Skip links

7 creencias que te alejan del veganismo

Autora: Jimena Melcon ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise

Hay un dicho bastante acertado que afirma que las personas “somos animales de costumbres”, seguramente alguna vez lo has oído. Desde que somos chiquitas nuestras familias, la escuela, el grupo social, incluso, la cultura del país en el que nacemos van moldeando nuestra forma de pensar, de actuar, nuestros gustos o intereses. Lo que comemos, cómo vestimos o las actividades que disfrutamos, son en parte, producto de todo eso.

Muchas de estas cosas se basan en un sistema de creencias que fue forjándose con el paso del tiempo dentro de la sociedad y, generalmente, romper esas creencias suele ser difícil. Esto explica porque un cambio de pensamiento y, por lo tanto, de vida es tan complejo de sobrellevar en un principio, y a veces notamos que nadie nos acompaña en estas decisiones.

En este artículo te presento algunas creencias que te alejan del veganismo, posiblemente hayas atravesado una o varias de ellas, pues son las primeras barreras que se nos imponen cuando optamos por este estilo de vida.

1) La alimentación vegana es cara.

2) Los veganos pasan mucho tiempo cocinando.

3) La alimentación basada en plantas no cubre las necesidades nutricionales correctamente.

4) Los amigos comienzan a alejarse.

5) Es difícil dejar atrás los sabores cotidianos.

6) Para hacerse vegana, primero hay que conocer toda la información al respecto.

7) Los animales existen para ser utilizados por los seres humanos.


1. La alimentación vegana es cara.

Esta es sin lugar a dudas de las primeras creencias que necesitamos derribar.

Si bien hoy en día hay muchísimos productos veganos que buscan reemplazar algunos alimentos derivados de animales como hamburguesas, helados o quesos, estos no son indispensables para nuestra dieta diaria, ya que muchas veces suelen ser costosos y su aporte nutricional deja bastante que desear.

No está mal consumirlos de vez en cuando, pero es mejor cambiar hacia una alimentación más natural. Lo bueno de todo esto, es que la dieta vegana te permite un amplio abanico de posibilidades a base de verduras, frutas o legumbres y alimentos frescos, por ejemplo.

Un consejo es comenzar a buscar emprendedores o productores locales, ellos venden sus productos a un precio accesible, ya que no hay intermediarios (como en los supermercados, por ejemplo) que remarquen los precios.

Dentro de la amplia gama de alimentos disponibles para los veganos, los más económicos suelen ser los cosechados directamente desde la tierra: verduras de estación, frutas y legumbres. Tené en cuenta que mientras más proceso de elaboración conlleva un alimento su valor subirá, es decir, es más económico comprar la harina de trigo, que la prepizza ya lista para llevar al horno, por supuesto que esto va dependerá de los tiempos que cada una disponga para dedicar a la cocina.


2) Los veganos pasan mucho tiempo cocinando.

No a todos nos gusta la cocina, personalmente, no es mi fuerte y por eso me llevó un tiempo darme cuenta de que hay muchas recetas y platos para todos los niveles de profesionalismo en el arte de cocinar.

No es necesario pasar mucho tiempo en la cocina si no es lo que más te gusta hacer, lo mejor es despertar la creatividad y empezar a investigar combinaciones de alimentos que aporten calidad nutricional y a la vez sean sencillos de preparar.

Algo que me funciono, fue elegir un día o unas horas a la semana, para cocer alimentos y dejarlos preparados en la heladera, por ejemplo, garbanzos, lentejas, alguna verdura hervida, armar algunas hamburguesas veganas y tenerlas listas en el freezer, entonces, cuando estoy un poco apurada, solo abro la heladera, elijo algunas cosas y ¡armo el plato en unos minutos!

Otro consejo, es mirar videos de Instagram o seguir alguna cuenta de recetas de cocina y anotar en un cuaderno las que nos gusten más, es una buena herramienta para tener cuando nos falta creatividad.


3) La alimentación basada en plantas no cubre las necesidades nutricionales correctamente.

Este miedo es, en su mayoría, generado por médicos, nutricionistas o deportólogos que no manejan información actualizada o no le dedicaron tiempo a investigar sobre la alimentación basada en plantas.

Siempre surge como primer punto el tema de las proteínas, de la vitamina B12 o el hierro.

Aquí la recomendación es siempre estar bien informada, no quedarse con un solo punto de vista y ser curiosa, además, buscar profesionales que tengan una formación adecuada respecto al tema alimenticio.

La dieta vegana es apta para deportistas, embarazadas, gente adulta o niños, pero como toda alimentación, debe ser completa, equilibrada, consciente.

Una deficiencia nutricional, no se da por ser vegana, sino, por no cumplir requerimientos nutricionales, y se da en todo tipo de alimentación, no solo en la basada en plantas.

No tengas miedo, si comes de forma equilibrada, no te faltarán nutrientes, tu vida será la misma de siempre, y contrariamente a esta creencia, podes mejorar mucho tu salud y calidad de vida.


4) Los amigos comienzan a alejarse.

A las personas nos cuesta bastante el cambio, más aún cuando nuestras creencias están tan arraigadas desde que somos niños. El prejuicio, la falta de información, el peso de las tradiciones familiares o la cultura del país donde vivimos ejercen mucho peso en nuestras decisiones.

Es normal sentir el temor a ser dejadas a un lado o que mis amigos ya no quieran invitarme a las reuniones porque no saben que hacerme de comer, tener miedo a las burlas o las críticas de la familia, quedar mal al rechazar una invitación a cenar o no animarme a comunicar mi decisión a los demás.

Respecto a esta creencia limitante, te puedo decir que es más una construcción de tu propia mente que algo real, si es cierto que al principio habrá una resistencia por parte de los demás, pero es algo pasajero y tus amigos y familiares se van a acostumbrar y aceptarán el cambio


5) Es difícil dejar atrás los sabores cotidianos.

Un factor que influye bastante a la hora de no poder dar el paso al veganismo es el apego a las comidas o sabores que nos gustan.

En muchas culturas está muy presente el derivado animal en gran cantidad de platos típicos, o que al menos, se consumen a diario.

Superar este paso, no es tan sencillo, pero tampoco es imposible, como decíamos más arriba, es todo cuestión de costumbre, al principio es complejo, pero con el tiempo, vas a notar que tu cuerpo no necesita más de esos sabores.

Y, para quienes les cuesta un poco más el desapego, la buena noticia es que ya existen muchos productos que se parecen e imitan a los originales, como helados, postres, quesos, dulce de leche, entre muchas cosas más.


6) Para hacerse vegana, primero hay que conocer toda la información al respecto.

Puede ocurrir que al principio queramos “tragarnos” toda la información que encontramos disponible y memorizar todo lo posible para tener con qué defendernos o en qué basarnos para seguir apostando por nuestro camino. Vemos la información como una especie de salvavidas al cual aferrarnos cuando nos sentimos ahogadas.

Sobre todo al inicio, o cuando estamos recién comenzando el cambio, la sobrecarga de información es mucha y posiblemente genere un estado de ansiedad que nos puede jugar en contra.

Siempre es bueno aprender y actualizarse, tener información para llevar un estilo de vida en concordancia con nuestros ideales y saludable, es muy importante, pero ¡tomatelo con calma!

No es necesario saber todo desde el minuto uno, ni jugar una carrera con vos misma, la información va llegando cuando tiene que llegar y en el momento justo.


7) Los animales existen para ser utilizados por los seres humanos.

Esta es una de las creencias que primero se instalan en muchas culturas, hacernos creer que los animales son productos que podemos usar para vestirnos, alimentarnos, recrearnos o trabajar.

Los animales al igual que cualquier persona, sienten, por lo tanto, sufren, temen, se alegran, y no desean la muerte cruel a la que los arrastran las industrias.

La empatía es un valor clave para el veganismo, ponerse en el lugar del otro para aprender y tomar consciencia de nuestros actos.

A nadie le gustaría pasar por los procesos por los que millones de animales en todo el mundo pasan para satisfacer gustos de otros, por eso el veganismo, no se trata solo de una alimentación específica, sino, de una filosofía de vida no- violenta, en donde humanos, animales y ecosistema puedan convivir en armonía.

Te propongo que cuando puedas te detengas a observar a un animal, no solo tu perro o tu gato, contempla a un caballo, una vaca, un ave y vas a notar enseguida, que no son productos son seres sintientes con los mismos derechos a vivir felices que cualquiera de nosotros.


Si llegaste hasta acá es porque leíste todos los puntos anteriores y muy posiblemente algunos te resuenen bastante.

Cuando las creencias que nos imponen o nos imponemos a nostras mismas se hacen muy poderosas, empieza a surgir un problema que es la falta de confianza. Nace otra creencia que es “no voy a poder”, y comenzamos a procrastinar la decisión.

Empezamos a buscar pequeñas excusas que avalan nuestra falta de iniciativa, y a veces tratamos de convencernos de que no lo vamos a lograr.

Lo que puedo decirte, por experiencia propia, es nuevamente que te lo tomes con calma, todo cambio lleva tiempo, es un proceso que, dependiendo de cada una, puede ser más largo o más corto.

Cómo siempre te recordamos, no estás sola, ¡nosotras estamos aquí, para acompañarte en el proceso!

¡Gracias por leernos!

¡Contanos tus experiencias con estas creencias en los comentarios!

Autora: Jimena Melcon ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise

Dejar un comentario