Autora: Laura Laugé ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise
Si estás leyendo este artículo es porque te interesa vivir en armonía con nuestro planeta. Y esto es posible si incorporamos hábitos para reducir el impacto de nuestras actividades y actitudes en el mundo que habitamos.
Los seres humanos no estamos solos y ser conscientes de la relación que mantenemos con nuestros ecosistemas puede llevarnos a incorporar hábitos amigables con el medio ambiente y para una vida saludable.
La intención es importante, y también la actitud y tu propia experiencia.
Estos tips no son definitivos y podes adaptarlos a tus propias posibilidades y necesidades, modificarlos para que se ajusten a tu rutina o pensar en nuevos hábitos.
Acá están los que te proponemos:
1. Alimentarnos de manera consciente.
2. Consumir productos de compañías con responsabilidad social.
3. Usar recursos de manera responsable y reciclar.
4. Caminar y usar más la bicicleta.
5. Sustituir el plástico por otros materiales.
¿Estás lista? ¡Entonces empecemos!
1. Alimentarnos de manera consciente.
Alimentarnos con productos naturales y orgánicos y reemplazar alimentos industrializados es un gran hábito saludable.
Si está dentro de tus posibilidades, por ejemplo, podes comprar alimentos frescos en la verdulería o dietética de tu barrio en lugar de los que vienen en lata.
Sabemos que comer frutas y verduras es saludable. Y entonces, ¿alguna vez pensaste en tener tu propia huerta? Podes empezar con algunas macetas con albahaca, orégano o tomillo y luego ir ampliando la variedad a tomate, lechuga y cebolla de verdeo, por ejemplo.
¡Nada más rico que el aroma y sabor de las verduras recién cosechadas! Y saber que esa semilla que plantaste y cuidaste dio vida a lo que estás comiendo, es un sentimiento inexplicable que te invitamos a probar.
¿Vivís en un departamento? Quizás podes armar la huerta en el balcón.
¿No tenés balcón pero hay una terraza común en el edificio? Podes hablar con los vecinos y preguntarles si les molestaría que pongas algunas macetas. ¡Difícilmente digan que no! Quizás pueda ser el puntapié inicial para una huerta comunitaria. No importa el tamaño ni la cantidad de plantas sino el amor que pongamos para crear vida y salud.
Al incorporar hábitos conscientes, también puede ampliarse tu perspectiva sobre tu relación con los animales. La industria ganadera es una de las mayores contaminantes del planeta. Ya sea que elimines a los animales de tu plato o que reduzcas su consumo progresivamente, estarás salvando vidas y cuidando el ecosistema que habitas.
2. Consumir productos de compañías con responsabilidad social.
Muchas empresas han empezado a mejorar sus procesos para que sean más amigables con el medio ambiente y la vida animal. Existen muchas marcas que ya no experimentan en animales, que implementan campañas para reciclar sus propios productos o reducen la emisión de gases contaminantes.
Muchas veces estas buenas noticias no salen en los diarios o en la televisión e investigar en internet es una herramienta muy poderosa para saber cuáles son esas empresas. Podes elegir comprar sus productos y correr la voz entre amigos y familiares.
3. Usar recursos de manera responsable y reciclar.
Existen múltiples pequeñas grandes acciones que podes realizar en tu vida cotidiana y que ahorran recursos y hasta dinero. Por ejemplo:
Adquirir electrodomésticos que cuenten con certificación de eficiencia energética.
Regular la temperatura del aire acondicionado o la calefacción y ajustarlas en grados medios (26 grados y 20 respectivamente, por ejemplo).
Reemplazar las lámparas convencionales por lámparas led.
No dejar televisores, equipos de música, hornos, microondas y otros dispositivos eléctricos en stand by (la famosa lucecita roja).
Separar residuos en orgánicos, plásticos, vidrio, papel y cualquier otro elemento que pueda reciclarse de acuerdo a las posibilidades del área donde vivís.
Donar lo ya no utilices en lugar de tirarlo a la basura. Desde ropa a muebles, pasando por libros, cubiertos, accesorios o adornos del hogar, siempre habrá alguien que pueda darles uso.
4. Caminar y usar más la bicicleta.
Estas dos alternativas son hábitos de vida saludables porque nos ayudan a mantenernos activas. Si las distancias no son muy grandes, podes intentar caminar o ir en bicicleta al trabajo, o a visitar a familiares y amigos, siempre que puedas.
Y si vas al trabajo en auto, quizás puedas estacionar a algunas cuadras y caminar el resto del camino. Tu ciudad puede tener calles o espacios que quizás todavía no conozcas. ¿Quién sabe qué edificio o paisaje nuevo podrías descubrir y disfrutar?
5. Sustituir el plástico por otros materiales.
El plástico nos rodea: bolsas, envases, utensilios para todo uso, electrodomésticos… ¿no tenemos escapatoria? Claro que sí. Es cada vez más común usar bolsas de tela y reutilizar las de plástico que ya tenemos.
En la cocina, podes utilizar utensilios de vidrio, acero o cerámica y comprar cepillos de dientes y pelo de madera o materiales reciclables. Además, es importante recordar que si tenés elementos de plástico, no desecharlos también es evitar que contaminen el planeta.
Usar, reutilizar y reciclar son hábitos clave para cuidar el medio ambiente.
La clave: no pensar que es difícil.
Es muy común pensar que debemos realizar un gran esfuerzo para cambiar nuestras costumbres y hábitos cotidianos. Pero todo es posible si actuamos con el convencimiento de que lo que hacemos tiene como objetivo mejorar nuestras vidas y las de futuras generaciones. Es clave pensar en el destino de un planeta que parece estar llegando al límite del daño que podemos causarle.
Y vos ¿qué hábitos para una vida saludable y amigable con el medio ambiente practicás a diario?
Esta lista es solo el comienzo de las infinitas acciones que podemos incorporar en nuestra vida cotidiana.
¿Tenés algún otro hábito que quieras compartir?
Nos encantaría conocer tus experiencias y ampliar este listado.
¡Te leemos!
Autora: Laura Laugé ~ Colaboradora de Vegan’s Paradise
